sábado, 12 de junio de 2021

HAITI Y LA PEPUBLICA DOMINICANA

 

Lamentablemente, Haití es el país más pobre del hemisferio occidental de la isla de Santo Domingo y República Dominicana ubicada en la mayor porción de la parte oriental de esta isla antes mencionada, una de las economías de América Latina que más rápido crece, desde hace dos décadas. 

Estos dos países (HAITI Y REP. DOM.) comparten la misma isla y siglos de explotación colonial, en los mismos se hablan distintos idiomas y poseen diferentes culturas. 

Las lenguas oficiales de Haití son el Francés y el Creole, aunque también se habla Inglés y unos 32 dialectos, dentro de sus diferentes demarcaciones geográficas, mientras que en la República Dominicana la lengua oficial es el español (castellano) y gracias a los avances en la educación al implementar los cursos de Ingles por inmersión, hoy día este idioma (Ingles estadounidense) es muy hablado dentro del ambiente juvenil dominicano. En cuanto al el español (castellano) es bueno resaltar que el mismo, posee diferentes variantes o dialectos, a lo que se le llama regionalismo, y esto como su nombre lo dice depende de la región geográfica de la población parlante.  

En Haití la mayoría de la población es Negra, mientras que en República Dominicana son mestizos. 

Un 95% de los dominicanos son de religión católica, mientras que en Haití el Catolicismo convive con otra religión llamada Vudú. 

Algunos datos históricos sobre la isla que hoy día se llama SANTO DOMINGO: 

Los aborígenes originales de esta Isla fueron los Taínos, que la llamaban Quisqueya o madre de todas las tierras o Ayiti que significa tierra de altas montañas. Pero Todo cambió radicalmente con la llegada de Cristóbal Colón en 1492. 

Los colonizadores cambiaron el nombre de la isla y le llamaron la Española, que es como se le conoce hoy en día y la usaron como zona de combate estratégica para la conquista, lo que vino después fue el brutal exterminio de la población Taina en menos de 25 años. Pero para seguir explotando las minas de oro y el cultivo de caña de azúcar, los españoles decidieron importar esclavos africanos de forma masiva, y esto ocurrió entre 1501 y 1520, así ese año los españoles fueron perdiendo interés por españolas, especialmente por la zona occidental de la isla y se volcaron en la conquista de nuevos territorios que prometían mayores riquezas. Bucaneros, Ingleses, Holandeses y Franceses; empezaron a disputarse esa zona abandonada, que es la que hoy ocupa Haití. 

En esa disputa territorial ganó Francia y casi dos siglos después de la llegada de Colón Madrid le cedió formalmente a París un tercio de la española. 

Los franceses llamaron esa parte Saint Domingue y gracias a la producción de azúcar la convirtieron en una de las colonias más ricas del mundo y la más lucrativa del Caribe. Pero claro todo en base a un cruel sistema de esclavitud. 

A comienzos del siglo 19 El eco de la Revolución Francesa de 1789 llegó hasta Haití y siguiendo sus ideales los esclavos se levantaron les declararon la guerra a las fuerzas de Napoleón Bonaparte. 

En 1804 Saint Domingue declaró su independencia y fue rebautizada como Haití, pasó a la historia como la primera nación independiente de América Latina y la República negra más antigua del mundo. Pero a un precio altísimo porque Francia la obligó a pagar una indemnización descomunal, para compensar el dinero que ya no recibirían por la explotación de este territorio, de hecho, Haití no logró saldar esa deuda hasta 120 años después a mediados del siglo 20. 

¿Qué pasaba mientras tanto en el resto de la isla? 

Pues sí siguió bajo dominio español hasta 1821, cuando proclamó su independencia con el nombre de “Estado Independiente del Haití español”, y así nacieron los dos países, sin embargo, la independencia del Haití español duró apenas 2 meses, porque en 1822 volvió a ser ocupada por su vecino Haití (de la parte norte). 

Durante la ocupación haitiana, que duró algo más de dos décadas surgieron muchas de las divisiones que perduran hasta hoy, Haití gobernó con el firme objetivo de unificar a la española y para lograrlo tomó medidas represivas, como; 

·        Prohibir el uso del español en los documentos oficiales  

·        Instaurar el francés en la enseñanza primaria  

·        y hasta limitar algunas tradiciones religiosas dominicanas, además es una reforma agraria que perjudicó a los terratenientes blancos y que obligó a los dominicanos a contribuir al pago de la inmensa deuda de dependencia haitiana. 

Desde el lado dominicano, estas medidas se percibieron como una “Haitinización” forzada y como consecuencia de ese descontento surgió una “Sociedad Secreta” para buscar la separación de Haití se llamaba la “Trinitaria” y logró declarar la independencia en 1844. Fue entonces cuando comenzó a llamarse República Dominicana.  

Luego ya en el siglo 20 fue Estados Unidos el que ocupó la isla en varias ocasiones, por supuesto la historia y los vaivenes políticos son mucho más complejos de lo que se puede explicar aquí.  

Hoy en día el contraste entre estos dos países hermanos, es bastante extremo. Su desarrollo económico y social tomó rumbos muy diferentes. República Dominicana es casi 10 veces más rico que Haití. Esa desigualdad ha marcado la relación entre estos vecinos y la migración es uno de los puntos más críticos Desde hace varias generaciones los campesinos haitianos han sido esenciales para la economía como mano de obra barata y cada año miles de haitianos cruzan la frontera para buscar trabajo. 

Muchos denuncian maltrato y discriminación, por parte de algunos dominicanos. De aquel viejo temor a la “Haitinización” se alimenta un discurso xenófobo que se ha avivado en distintos momentos de la historia. Aunque hay que decir que no todo es división entre Haití y República Dominicana, por ejemplo cuando Haití sufrió el devastador terremoto de 2010 en el que murieron unas 200 mil personas y un millón y medio de haitianos se quedaron sin hogar, República Dominicana jugo un papel clave durante los primeros días de esa catástrofe, así que aunque de un lado hay un país pobre, pagano, de ascendencia, africana y herencia francesa y del otro uno mestizo, católico, de ascendencia, española y en expansión económica tal vez los dos tienen más en común de lo que están dispuestos a admitir. 


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