viernes, 11 de junio de 2021

La Pedagogía Social como Ciencia "Aproximación conceptual”.


La pedagogía social entre las ciencias de la educación. 

La Pedagogía es una Ciencia de la Educación junto a las demás Ciencias que se ocupa de esta materia. «Lo que las une es el estudio de la educación (objeto material); lo que las distingue es el aspecto que estudian de la educación (objeto formal).  

Por tanto, el objeto de la Pedagogía es el acto educativo y su tarea es normativa mientras que las Ciencias de la Educación se preocupan del fenómeno ocupacional y son descriptivas. Esta diferencia es muy importante: distingue el objeto de la Pedagogía del de las Ciencias de la Educación y, por consiguiente, sirve para no confundir la una con las otras.  

Los analistas de la educación se preocupan en establecer clasificaciones de las disciplinas que configuran las Ciencias de la Educación, con el objetivo de conocer hasta qué punto la que nos ocupa es distinta de las demás, así como las relaciones de vecindado de proximidad entre ellas.  

Pedagogía Social. 

Segundo grupo: Los que mantienen la unidad del saber pedagógico, sin perjuicio de un desarrollo más o menos autónomo de las Ciencias de la Educación.  El hecho de tener que elegir alguna de entre las muchas que podrían ofrecerse en este grupo obliga a la selección de estas clasificaciones.  Puede decirse, por lo tanto, que la Pedagogía Social pertenece a un ámbito concreto de las Ciencias de la Educación en cuanto se refiere a una de las aplicaciones específicas de la educación, la formación del ser humano, así como los aspectos relativos a la inadaptación y marginación social. Tercer grupo: Autores que tienen un cierto desprecio por lo pedagógico.  

La postura de este grupo de autores tiende a criticar la existencia de una ciencia general de la educación en favor de las ciencias específicas y concretas. No compartimos esta postura por considerarla fruto de un momento histórico concreto y desarrollada, sobre todo, en el ámbito anglosajón. El espíritu que anima en nuestros días, casi de forma unánime, al conjunto de la comunidad científica, es el que tiende a considerar la identidad de la Pedagogía como perfectamente compatible con una relación interdisciplinaria con las otras Ciencias de la Educación. 

La Pedagogía, como tal ciencia de la educación, es susceptible de estudio científico, autónomo y, junto a ella, alrededor del objeto de la educación se encuentran otras ciencias. La Pedagogía Social no sólo se ocupa de los procesos educativos en lugares y contextos relacionados con la educación, sino que atiende los problemas de la vida cotidiana de las gentes. Carácter científico de la pedagogía social 

Al estudiar el carácter científico de la Pedagogía Social, se alude a que se trata de una ciencia, es decir, conocimiento, pero no de un conocimiento cualquiera, sino, como señala Bunge , de un tipo de conocimiento «racional, sistemático, exacto, verificable y, por consiguiente, fiable».  

No todas las ciencias acceden del mismo modo a la búsqueda de la verdad, dado que no todas tienen el mismo objeto de estudio ni en todas ellas el científico se implica de igual modo. Es necesario tener presente la distinción, ya clásica, entre ciencias naturales y formales, y ciencias humanas y sociales.  

La Pedagogía Social no es menos ciencia que lo pueden ser las Ciencias Naturales, sólo que constituye un cuerpo de conocimiento organizado de distinto modo, porque son diferentes sus puntos de partida y sus conclusiones. Las Ciencias Exactas parten de supuestos, en tanto que las Ciencias Sociales parten de hechos y acontecimientos, dado que tienen al ser humano como su objeto y también sujeto de estudio. 

Carácter normativo y prescriptivo de la Pedagogía Social.

El carácter normativo, dimensión esencial que contribuye a definir la Pedagogía Social a lo largo de su desarrollo histórico, es un elemento inherente a la misma en sus diferentes cosmovisiones. No solamente es una nota característica de la Pedagogía Social, sino que es esencial a la misma y constitutiva de su ser como Pedagogía. Esta característica de normatividad, así como su carácter prescriptivo, configuran la identidad de la Pedagogía en general y también de la Pedagogía Social. 

La Pedagogía Social como ciencia se va construyendo a lo largo de la historia. «La ciencia entera no es más que el refinamiento del pensamiento de cada día», escribió Einstein al final de su vida.  La Pedagogía puede contemplarse como una ciencia teórica, si se considera que su fin es descubrir lo que es la educación; es decir, estudiar las manifestaciones del proceso educativo. 

La Pedagogía tiene vocación interdisciplinar, según Cremin: «No podría ser de otro modo, dada la amplitud de su objeto de estudio. Esta vocación es común a todas las ciencias sociales en el estudio del objeto también común a todas ellas, el hombre en sociedad; y una clara vocación de síntesis».  

La articulación metodológica que puede facilitar dicha síntesis, se puede vertebrar sobre tres principios: El objetivo final de la Pedagogía Social lo constituye el hombre en su relación con los otros hombres, y sólo la necesidad de parcializar el objeto de análisis provoca la disociación de los factores económicos, políticos y sociales. 

La tarea a realizar se centra en describir las articulaciones existentes entre los diferentes ámbitos o parcelas que conforman la realidad social, de tal modo que podemos comprender la totalidad de la sociedad. 

El hecho de que la Pedagogía Social sea una disciplina con entidad propia e independiente, no significa que no tenga que nutrirse de otras fuentes. Su condición especial de «ciencia de encrucijada» le impone la necesidad de tener en cuenta lo que otras ciencias relacionadas pueden aportarle. Ninguna disciplina científica y ningún campo de la praxis se fundamentan sobre un saber único. La Pedagogía Social no es tampoco una excepción, guarda una estrecha relación con otras disciplinas. 

Pedagogía Social y Pedagogía General.

Existen diversos autores que consideran la Pedagogía Social como una disciplina pedagógica vinculada a la Pedagogía General. Arroyo indica, en este sentido: «La teoría y la praxis de la educación social abarca una amplia y significativa parte de la educación general. Ello explica su necesaria vinculación a la Pedagogía General, al menos en la problemática fundamental». 

La Pedagogía Social también busca reconstruir los procedimientos formativos a través de los cuales se configura el comportamiento humano: a esta dimensión cognoscitiva viene a agruparse, no obstante, el aspecto normativo, la reelaboración de los datos adquiridos con vistas a la consecución de los fines deseados. 

Pedagogía Social y Sociología de la Educación El debate epistemológico acerca de la definición conceptual de ambas disciplinas se en el tiempo. Se ha desarrollado vinculado a determinadas corrientes ideológicas que concedían predominio a una u otra dimensión según los intereses predominantes. 

La Pedagogía Social también considera los grupos y las estructuras que median en una determinada formación humana, estudiando el impacto de los condicionamientos a que está sujeta la personalidad durante su desarrollo e integración en la colectividad. En cambio, la Sociología de la Educación, intenta construir el conocimiento sistemático, verificado bajo un plano empírico-factual. La Pedagogía Social interviene operativamente en la praxis de las relaciones educativas, tratando de orientarlas hacia fines determinados sobre la base de los datos disponibles y las opciones de valor. 

La Pedagogía Social es considerada por diversos autores como saber autónomo y, hoy en día, es la tendencia más defendida en la corriente pedagógico-social.  Las investigaciones que se llevan a cabo en el mundo académico, así como las publicaciones de índole muy diversa, se van inclinando cada vez más hacia la intervención social. Se echan de menos trabajos de fundamentación epistemológica y de desarrollo teórico de la Pedagogía Social. En suma, se demanda cada vez más una Pedagogía Social aplicada, con el riesgo consiguiente de dejar a un lado el avance epistemológico, que es lo que hace avanzar la ciencia. La Pedagogía Social, por su dimensión teórico-práctica, se halla en el difícil equilibrio de cultivar ambas dimensiones. 

Especificidad disciplinar de la pedagogía social. 

El volumen de conocimiento se va incrementando progresivamente debido al desarrollo científico-tecnológico. Se ha comprobado que los conocimientos van aumentando de forma cada vez más rápida, lo que constituye, sin duda, una gran esperanza para fomentar la calidad de vida de todos los seres humanos. La delimitación de los conocimientos se hace cada vez más compleja debido al solapamiento existente entre ellos, así como al número de disciplinas que se ocupan del mismo objeto de estudio; por ello, no podemos limitarnos a la delimitación clásica del objeto material y formal.  

Objeto de estudio de la Pedagogía Social. 

No puede reducirse el campo de la Pedagogía Social a la dimensión carencial y de ayuda, elemento constitutivo desde su nacimiento, vinculada a resolver necesidades en un momento histórico que demandaba atención urgente. En efecto, la Pedagogía Social hace referencia al campo de la Educación Social y al ámbito de la socialización del sujeto, tanto desde la perspectiva normalizada como desde situaciones especiales. 

Ciencia pedagógica. 

La Pedagogía Social, como tal, participa de las notas propias de la Pedagogía. Se trata de una ciencia de carácter prescriptivo y normativo, y también una ciencia aplicada a la resolución de problemas. La Pedagogía Social es una ciencia pedagógico-social que se enmarca en las ciencias humanas y sociales, y como tal, participa de la complejidad conceptual y metodológica de las mismas. Aunque consideramos a la Pedagogía Social como ciencia pedagógica, nos inclinamos a pensar que se trata de una pedagogía especial. No la consideramos como Pedagogía General, sino como una pedagogía especial que se ocupa de un campo concreto de conocimiento. 

Ciencia práctica y aplicada. 

La Pedagogía Social trata de aplicar los conocimientos (el saber) a la praxis (saber hacer). No se trata tan sólo de una herramienta tecnológica, sino que intenta aplicar los conocimientos a la mejora de la acción con una finalidad educativa. No se alude tan sólo a herramientas y recursos como meros instrumentos, sino que la Pedagogía Social puede considerarse desde la perspectiva tecnológica, ya que se orienta a la resolución de problemas socioeducativos.  

La vinculación teoría-práctica en el campo que nos ocupa no constituye sólo un ente de reflexión abstracta, sino que se trata de la razón de ser de la Pedagogía Social. La unión entre teoría y práctica, hechos y valores, investigación y acción, reflexión y praxis, etc., constituyen su razón de ser, pues no puede avanzar al margen de los hechos. 

Esta ciencia se va construyendo en un devenir histórico, en la conjunción de criterios epistemológicos, funcionales y prácticos en su doble dimensión, a la vez como ciencia teórica y de la intervención. Las necesidades de la práctica nos llevan a que el conocimiento se oriente hacia la dimensión profesional, y las aplicaciones prácticas, como criterio diferenciador en la Pedagogía Social. 

Integración teórica. 

Todas las ciencias empírico-prácticas intentan reconstruir su campo de estudio desde la perspectiva teórica y epistemológica, con el fin de canalizar la realidad y comprenderla con más profundidad, para construir los conocimientos, modelos, conceptos y teoría que le proporciona el corpus científico necesario para ser ciencia. En este sentido, existe un conjunto de conocimientos teóricos, cada vez de un volumen superior, que configuran el corpus de la Pedagogía Social.  

Piaget observó cómo unas materias se solapan con otras, al tener el mismo objeto de estudio. Existe una gran relación entre disciplinas y es necesario tener en cuenta la cooperación entre ellas. Puede ser adecuado tener presente también la distinción clásica entre objeto material, común a varias ciencias, y el objeto formal, o perspectiva o enfoque de la misma desde una óptica más concreta y específica. 

La Pedagogía Social precisa de un planteamiento interdisciplinar vertebrado desde un eje y enfoque conceptual concreto, de carácter pedagógico social. Este enfoque es imprescindible para no desvertebrar la Pedagogía Social, pues conocimientos a veces inconexos tomados de otras ciencias pueden ser de gran interés, pero si carecen del enfoque que precisa nuestra disciplina, no contribuirán a construir el conocimiento, sino a irlo desdibujando poco a poco. Es imprescindible no descuidar este aspecto si no queremos perder la identidad que constituye la razón de ser de la Pedagogía Social. 

Métodos en Pedagogía Social.

Como se ha podido comprobar, el objeto y el método constituyen los elementos configurados de lo que se denomina la cara y cruz de una moneda; en nuestro caso, la razón de ser de la Pedagogía Social. Incluso se ha llegado a afirmar que una ciencia puede considerarse autónoma cuando construye sus propios métodos de trabajo. 

La Pedagogía Social, como ciencia pedagógica y social, recurre a los métodos utilizados por las ciencias humanas y sociales, haciendo énfasis especial en los métodos y técnicas que le son más específicos. De esta forma, desde el ámbito educativo, utiliza métodos y estrategias de acción con el fin de lograr una finalidad orientada hacia la mejora de individuos y grupos sociales. 

El objeto de estudio de la Pedagogía Social hace referencia tanto a la educación social, por lo que precisa de acciones orientadas a la intervención social, como a la construcción del conocimiento científico-pedagógico social. Desde esta perspectiva bipolar se ve que la Pedagogía Social debe recurrir a la metodología heurística (Pedagogía Social) y a la metodología de intervención social (Educación Social): Perspectiva investigadora: la Pedagogía Social recurre a los métodos de investigación desde la perspectiva cuantitativa y cualitativa con el fin de investigar la compleja realidad social.  

El objeto de estudio de la Pedagogía Social, por su propia índole, así como los métodos propios de la Pedagogía Social y de la Educación Social, llevan a delimitar profesionales con diferente nivel de preparación, que se orienten a realizar tareas específicas en los diversos campos de actuación. El pedagogo social requiere una formación de carácter teórico y científico más completa que la del educador, dado que se orienta hacia la formación de los educadores sociales, hacia la investigación y construcción del conocimiento. Este profesional, clasificado por la Unión Europea de nivel 5, requiere tanto del dominio teórico-científico como de las estrategias de acción e intervención social. 

El educador social que precisa de una formación científico-cultural de menor nivel académico, poseerá competencia personal y preparación tecnológica. Requiere una fuerte preparación en metodologías, técnicas y estrategias de intervención. Debe estar preparado, también, en lo que se refiere a la elaboración y diseño de programas y proyectos socioeducativos. 

 

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