RESUMEN
- El
8 de febrero de 1907, fue firmada en la ciudad de Santo Domingo, la Convención
Domínico-Americana, en virtud de la cual Estados Unidos pasaría a administrar las
aduanas de la República Dominicana.
- El
convenio desató un movimiento de protesta porque se consideraba antipatriótico,
pero los negociadores dominicanos Emiliano Tejera y Federico Velásquez.
- Sostuvieron
que era la única solución posible ante las continuas demandas de los acreedores
europeos y frente a la insistencia de Estados Unidos para que el Gobierno
dominicano pusiera en orden sus finanzas.
- Al
asumir el control de las aduanas, Estados Unidos se comprometió a pagar con los
ingresos a los acreedores externos e internos. La Convención Dominico-Americana fue
ratificada por el Congreso dominicano el 3 de mayo de 1907.
En virtud de ese
convenio, la República Dominicana se comprometió a entregar el control y
administración de las aduanas al Gobierno de los Estados Unidos hasta tanto el
país pagara la deuda a los acreedores estadounidenses.
La Convención Dominico-Americana también obligaba al Gobierno dominicano a no modificar su tarifa aduanera ni aumentar su deuda pública sin el consentimiento previo del Presidente de los Estados Unidos.
La Invasión de
Estados Unidos a la República Dominicana 1916-1924 y su impacto en la economía
y la educación
A partir de 1916, aparecieron
nuevas formas y modalidades que hasta entonces habían sido desconocidas,
expresadas en una reforma radical de la estructura del Estado; una legislación
para romper con la propiedad de los terrenos comuneros; cambios en el sistema
educativo, tanto escolar como universitario; un plan intensivo de construcción
de puentes y carreteras, asfaltado de carreteras y calles y la construcción de
edificios gubernamentales.
A partir de la
ocupación militar americana de 1916, la población urbana y la campesina
iniciaron un proceso de acercamiento y de integración cultural y o extraño se
fue haciendo parte de la identidad nacional.
Sobre la educación dominicana: Al
momento de producirse la intervención norteamericana en 1916, más de 90% de la
población dominicana, era analfabeta. Para esa fecha, unos 200 mil habitantes
estaban en edad preescolar, pero apenas entre 14 y 18 mil de estos estaban
inscritos en alguna escuela y apenas el 40% asistía de manera regular. Esta
asistencia se producía en Santo Domingo y Santiago, que eran las únicas
ciudades que contaban con un sistema educativo como tal.
Durante los
primeros años de la intervención norteamericana en nuestro país en 1916, se
produjo en inicio de una “Reforma Educativa”. Una de las primeras disposiciones
del gobierno de ocupación fue, la promulgación de una ley que establecía que la
educación primaria para los niños de 7 a 14 años era obligatoria y gratuita,
la creación del Consejo Nacional de Educación, encargado de la supervisión
general de la instrucción pública.
Las autoridades
norteamericanas nombraron a Julio Ortega Frier, como Superintendente
(Gerente) de educación. Este se desempeñó, junto a otros que al igual que él
había estudiado en Estados Unidos, en mejorar las pésimas condiciones en que se
encontraba la educación.
En los primeros
cuatro años, ya se daban cifras alentadoras sobre progresos alcanzados. Cerca
de la mitad en edad escolar se había matriculado y alcanzaban en 85% de
asistencia.
Se instalaron
numerosos planteles escolares primarios en las zonas rurales. Se le prestó
escasa atención a la educación secundaria, se cerró la Universidad de Santiago
y se dio categoría de instituto a la Universidad de Santo Domingo.
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