INFORME DE LECTURA
Desde su
etimología la educación procede del
término latino educare, que significa «criar, nutrir, alimentar», y de ex-ducere, que
equivale a «sacar, llevar o conducir desde dentro hacia fuera». Esta doble
etimología ha dado lugar a dos acepciones. La educación es la formación
del hombre por medio de una influencia exterior consciente o inconsciente
(heteroeducación) o, por un estímulo, que, si bien proviene de algo
que no es el individuo mismo, suscita en él una voluntad de desarrollo autónomo
conforme a su propia ley (autoeducación).
Dijo Medina Rubio,
que la educación se entiende como un proceso entre un ser y un deber ser. Así
pues, se mueve en el plano de la realidad de la existencia, actúa en sujetos
determinados, bajo circunstancias particulares y en ámbitos
concretos. En cambio, la Pedagogía, entendida como ciencia teórica
y práctica de la educación, se inserta en la racionalidad y en la línea lógica
del sistema. Por tanto, resulta difícil asumir que esta línea es capaz de
agotar y comprender en toda su extensión la riqueza de la realidad educativa.
Problemas Conceptuales
La Educación
Social es un término polisémico que ha generado
posturas diferentes a lo largo de la historia. Es clave, en esta ocasión,
preguntarse: ¿Añade algo lo social a la educación? La respuesta a esta pregunta
ha desarrollado corrientes diversas que van desde los que opinan que no añade
nada, hasta la perspectiva sociologista (Natorp) de que toda
educación es social, pasando por el extremo de los que opinan, como Rousseau,
que la sociedad corrompe al individuo. Entre estas posturas extremas han
florecido múltiples corrientes.
Se llama Educación
Social a un tipo de Trabajo Social de aspecto educativo
que desempeña unas funciones pedagógicas. Se practica profesionalmente fuera de
la escuela, pues no tiene que ver con el sistema educativo, sino, más bien, con
la promoción del bienestar social.
La Educación
Social se entiende, desde esta óptica, como una acción
social que atiende, básicamente, a problemas de marginación o de carencias
sociales en que se hallan inmersos bastantes individuos y colectivos sociales.
Los dos enfoques persisten en la actualidad y es necesario encontrar puntos de
convergencia entre ambos, puesto que la Educación Social incumbe a todos los
ciudadanos, sin exclusión. Por ello, es necesario hacer confluir ambos enfoques
y orientar la educación social tanto hacia los sujetos que se encuentran en
situaciones de marginación y exclusión social, como a la población normalizada.
Aportaciones
de Diversos Autores
La Educación
Social hace referencia a una de las dimensiones
fundamentales del ser humano. Contribuye al crecimiento social del individuo a
fin de que éste viva y desarrolle lo más posible los aspectos sociales de la
vida, tanto a nivel personal e interpersonal, como a nivel comunitario, cívico
y político. «Lo social» es un término análogo y, por tanto, susceptible de
muchos significados cuyas semejanzas, no obstante, permiten su unificación en
una serie de rasgos fundamentales.
La buena actuación
social se halla vinculada a la maduración de la
personalidad. Cabe decir, por ende, que el objeto de la Educación Social es
ayudar a la persona a que alcance su madurez social.
Según este autor,
los caracteres de la madurez social son los siguientes:
- Conciencia
del fin propio y del fin común, que lleva a una aceptación del bien común,
subordinando al mismo la propia conducta.
- Autodominio.
- Desarrollo
armónico de las tendencias individuales y sociales de la persona, que le
llevarían a un espíritu de solidaridad, de sacrificio por los demás y de
cooperación en el esfuerzo común.
- Adaptación
equilibrada a la sociedad, situándose el individuo en un término medio entre el
compromiso, el convencionalismo y el oportunismo, por un lado y la oposición
sistemática por otro.
- El
servicio de perfeccionamiento.
- Espíritu
crítico de lo social, valorando con rectitud las situaciones sociales. Espíritu
de comprensión hacia los demás.
- Espíritu
constructivo, que supone el deseo de perfección y la búsqueda constante de
evolución progresiva.
- Espíritu
de colaboración.
- Espíritu
de concordia, que implica alegría, optimismo, confianza, simpatía y amor.
Promover las Relaciones Humanas
Es un objetivo
fundamental de la Educación Social procurar que cada uno encuentre su puesto
adecuado en la sociedad. Se va constatando cómo nacen y se desarrollan todo
tipo de agrupaciones, comunidades y asociaciones de vecinos. Se han
multiplicado los encuentros, las reuniones, asambleas y congresos. Se trabaja,
cada vez más, en equipo. Las personas buscan su ambiente o círculo de amistad.
Por ello, es importante promover unas relaciones humanas verdaderas.
Preparar al
individuo para vivir en comunidad
La comunidad
representa la forma más elevada de vida social
organizada. Esta modalidad se identifica con el significado más profundo del
comportamiento de socialización, en tanto que se refiere, por un lado, a la
capacidad de toda persona de comunicarse con los demás y, por otro, a la
capacidad de obrar en actitud de responsabilidad.
Las tareas que
afectan a la formación del espíritu de la comunidad, entre otras, son:
- Aprender
a vivir junto con los compañeros; es decir, aprender el deber y el haber en la
vida social, aprender a trabajar con los demás para un fin común.
- Favorecer
el respeto de las reglas morales, despertar la conciencia para valorar los
motivos de la acción, asimilar un sistema ético como guía de conducta.
- Desarrollar
actitudes sociales que sean fundamentalmente democráticas.
- Aprender
actitudes convenientes hacia las instituciones y los grupos sociales, realizar
una conducta socialmente responsable para la comunidad civil.
Perspectivas de la
educación social
La Educación
Social hace referencia a la formación de la persona para
integrarse en su comunidad, así como en los diferentes grupos sociales. Es un
ámbito significativo en el proceso de desarrollo del individuo en su inserción
comunitaria. Tiene como finalidad no sólo integrarlo en los diferentes grupos
sociales, sino contribuir a la mejora y transformación de la sociedad, a fin de
legar a las generaciones venideras un mundo más solidario.
La Educación
Social intenta dar prioridad a las estrategias
preventivas con el fin de superar las propuestas asistenciales. De este modo se
trata de corregir la concepción clásica de la institucionalización. Por ello,
no podemos hablar del carácter subsidiario de la acción en el ámbito
socioeducativo, sino que su carácter se define por las modalidades preventiva y
promocional.
La Educación
Social supone una intervención desde el ámbito socioeducativo
El ámbito
socioeducativo es el espacio
disciplinar desde el cual se plantea la praxis de la Educación Social. Resulta
redundante, pues, recordar que la acción que se realiza sobre los individuos y
que predomina en éstos, es su dimensión social. Es una de las dimensiones que
les aporta identidad como individuos. Éste es un enfoque claramente sociológico
de la intervención que se realiza con individuos, que se define mediante el
concepto de acción social.
La Educación
Social propone acciones ajenas a lo subsidiario y asistencial
Existe una
dimensión implícita en la intervención de la Educación Social como consecuencia
de su aportación a la acción social en el sentido más amplio del concepto
educación: la dimensión educativa. Esta dimensión es la aportación a la calidad
de vida y el bienestar social del individuo.
La Educación
Social adquiere un valor mayor en el marco de la
acción social cuando nos referimos a las necesidades prospectivas, en la que
cabe la potencialidad de su existencia; puede entonces intervenir en los
factores y elementos que configuren las causas generadoras de la necesidad. Es
una intervención preventiva, una intervención que se antepone a la
«cronificación» de la dependencia en procesos de ayuda social y auxilio
subsidiario. La acción asistencial es ayuda inmediata sobre los efectos.
Educación Social
como recurso integrado en la comunidad
Los recursos
cercanos al individuo pueden constituir una fuente importante y
privilegiada para la educación. En este sentido, la ciudad, la comunidad,
los grupos de pertenencia y de referencia pueden construir elementos de
aprendizaje vitalicio con una incidencia cercana y persistente en el individuo.
Definición de
Educación Social
Una vez analizadas
las diferentes perspectivas de la Educación Social, así como su diversidad de
acepciones, creemos conveniente acercarnos a su delimitación conceptual con el
fin de ofrecer nuestra definición de Educación Social.
Vinculación con
otros conceptos
Los objetivos de
la Educación Social hacen referencia a la
preparación del ser humano para vivir en sociedad; por ello, son muy
ambiciosos, dado que deben lograr metas también muy complejas. Esta inserción
del hombre en la sociedad guarda una relación muy estrecha con la Educación
Moral y Cívica. Ahora bien, existen corrientes que reducen lo moral a la
sociología y, por tanto, la Educación Moral a la Educación Social.
El Educador y
el Pedagogo Social
El educador y el pedagogo son
dos figuras que se complementan con el fin de proporcionar una respuesta más
cualificada a los problemas sociales que, al ser tan complejos, requieren la
aportación de diferentes profesionales para enfocarlos desde ópticas diversas y
complementarias.
Profesionalización
y funciones del educador social
El educador social
realiza funciones polivalentes en diversos sectores de la sociedad. De hecho,
ha desarrollado la actividad profesional antes que ésta se reconociera. La
sociedad siempre se adelanta en sus demandas al reconocimiento social de una
profesión determinada.
Profesionalización
del pedagogo social
La Pedagogía Social,
como dimensión científico-técnica y normativa, aporta a la Educación Social
aspectos reflexivos, críticos e investigadores. El pedagogo social precisa de
una formación universitaria más amplia con el fin de estar preparado para
responder adecuadamente a las funciones que debe desempeñar. Profundizar en las
funciones de la Pedagogía Social nos debe conducir a una mejor consideración
del margen de incertidumbre que encierra el desarrollo de toda acción.
Destacamos, entre
otras:
Formativo-profesional: en
el sentido de que facilita a los que trabajan en este campo un análisis,
interpretación e intervención en el mismo.
Formativo-mental: se
ha ido creando una mentalidad capaz de ir pasando de la descripción de carácter
sociológico a la prescripción de la acción educativo-social, desde una óptica
pedagógica. Esta función contribuye al fomento del sentido crítico, mediante el
análisis de las relaciones entre la educación y la sociedad.
Técnico-científica: la clarificación y
avance en este campo permitirá a la Pedagogía Social contribuir a definir
su aportación a la técnica científica de la educación. La Pedagogía Social se
constituye en un soporte necesario para la construcción o legitimación
discursiva de las técnicas educativas en la medida en que éstas sean
concebidas como teorías factuales y culturales, y no como simples teorías
formales derivadas de los presupuestos apriorísticos.
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