viernes, 11 de junio de 2021

La Educación Social.


INFORME DE LECTURA  

Desde su etimología la educación procede del término latino educare, que significa «criar, nutrir, alimentar», y de ex-ducere, que equivale a «sacar, llevar o conducir desde dentro hacia fuera». Esta doble etimología ha dado lugar a dos acepciones.  La educación es la formación del hombre por medio de una influencia exterior consciente o inconsciente (heteroeducación) o, por un estímulo, que, si bien proviene de algo que no es el individuo mismo, suscita en él una voluntad de desarrollo autónomo conforme a su propia ley (autoeducación). 

Dijo Medina Rubio, que la educación se entiende como un proceso entre un ser y un deber ser. Así pues, se mueve en el plano de la realidad de la existencia, actúa en sujetos determinados, bajo circunstancias particulares y en ámbitos concretos.   En cambio, la Pedagogía, entendida como ciencia teórica y práctica de la educación, se inserta en la racionalidad y en la línea lógica del sistema. Por tanto, resulta difícil asumir que esta línea es capaz de agotar y comprender en toda su extensión la riqueza de la realidad educativa. 
 

Problemas Conceptuales  

La Educación Social es un término polisémico que ha generado posturas diferentes a lo largo de la historia. Es clave, en esta ocasión, preguntarse: ¿Añade algo lo social a la educación? La respuesta a esta pregunta ha desarrollado corrientes diversas que van desde los que opinan que no añade nada, hasta la perspectiva sociologista (Natorp) de que toda educación es social, pasando por el extremo de los que opinan, como Rousseau, que la sociedad corrompe al individuo. Entre estas posturas extremas han florecido múltiples corrientes. 

Se llama Educación Social a un tipo de Trabajo Social de aspecto educativo que desempeña unas funciones pedagógicas. Se practica profesionalmente fuera de la escuela, pues no tiene que ver con el sistema educativo, sino, más bien, con la promoción del bienestar social. 

La Educación Social se entiende, desde esta óptica, como una acción social que atiende, básicamente, a problemas de marginación o de carencias sociales en que se hallan inmersos bastantes individuos y colectivos sociales. Los dos enfoques persisten en la actualidad y es necesario encontrar puntos de convergencia entre ambos, puesto que la Educación Social incumbe a todos los ciudadanos, sin exclusión. Por ello, es necesario hacer confluir ambos enfoques y orientar la educación social tanto hacia los sujetos que se encuentran en situaciones de marginación y exclusión social, como a la población normalizada. 
 

Aportaciones de Diversos Autores 

La Educación Social hace referencia a una de las dimensiones fundamentales del ser humano. Contribuye al crecimiento social del individuo a fin de que éste viva y desarrolle lo más posible los aspectos sociales de la vida, tanto a nivel personal e interpersonal, como a nivel comunitario, cívico y político. «Lo social» es un término análogo y, por tanto, susceptible de muchos significados cuyas semejanzas, no obstante, permiten su unificación en una serie de rasgos fundamentales. 

La buena actuación social se halla vinculada a la maduración de la personalidad. Cabe decir, por ende, que el objeto de la Educación Social es ayudar a la persona a que alcance su madurez social.  

Según este autor, los caracteres de la madurez social son los siguientes:  

  • Conciencia del fin propio y del fin común, que lleva a una aceptación del bien común, subordinando al mismo la propia conducta. 
  • Autodominio.  
  • Desarrollo armónico de las tendencias individuales y sociales de la persona, que le llevarían a un espíritu de solidaridad, de sacrificio por los demás y de cooperación en el esfuerzo común.  
  • Adaptación equilibrada a la sociedad, situándose el individuo en un término medio entre el compromiso, el convencionalismo y el oportunismo, por un lado y la oposición sistemática por otro.  
  • El servicio de perfeccionamiento. 
  • Espíritu crítico de lo social, valorando con rectitud las situaciones sociales. Espíritu de comprensión hacia los demás.  
  • Espíritu constructivo, que supone el deseo de perfección y la búsqueda constante de evolución progresiva.  
  • Espíritu de colaboración. 
  • Espíritu de concordia, que implica alegría, optimismo, confianza, simpatía y amor. 

Promover las Relaciones Humanas 

Es un objetivo fundamental de la Educación Social procurar que cada uno encuentre su puesto adecuado en la sociedad. Se va constatando cómo nacen y se desarrollan todo tipo de agrupaciones, comunidades y asociaciones de vecinos. Se han multiplicado los encuentros, las reuniones, asambleas y congresos. Se trabaja, cada vez más, en equipo. Las personas buscan su ambiente o círculo de amistad. Por ello, es importante promover unas relaciones humanas verdaderas. 

Preparar al individuo para vivir en comunidad  

La comunidad representa la forma más elevada de vida social organizada. Esta modalidad se identifica con el significado más profundo del comportamiento de socialización, en tanto que se refiere, por un lado, a la capacidad de toda persona de comunicarse con los demás y, por otro, a la capacidad de obrar en actitud de responsabilidad. 

Las tareas que afectan a la formación del espíritu de la comunidad, entre otras, son: 

  • Aprender a vivir junto con los compañeros; es decir, aprender el deber y el haber en la vida social, aprender a trabajar con los demás para un fin común.  
  • Favorecer el respeto de las reglas morales, despertar la conciencia para valorar los motivos de la acción, asimilar un sistema ético como guía de conducta.  
  • Desarrollar actitudes sociales que sean fundamentalmente democráticas. 
  • Aprender actitudes convenientes hacia las instituciones y los grupos sociales, realizar una conducta socialmente responsable para la comunidad civil. 
      

Perspectivas de la educación social  

La Educación Social hace referencia a la formación de la persona para integrarse en su comunidad, así como en los diferentes grupos sociales. Es un ámbito significativo en el proceso de desarrollo del individuo en su inserción comunitaria. Tiene como finalidad no sólo integrarlo en los diferentes grupos sociales, sino contribuir a la mejora y transformación de la sociedad, a fin de legar a las generaciones venideras un mundo más solidario. 
 

La Educación Social intenta dar prioridad a las estrategias preventivas con el fin de superar las propuestas asistenciales. De este modo se trata de corregir la concepción clásica de la institucionalización. Por ello, no podemos hablar del carácter subsidiario de la acción en el ámbito socioeducativo, sino que su carácter se define por las modalidades preventiva y promocional.  
 

La Educación Social supone una intervención desde el ámbito socioeducativo 

El ámbito socioeducativo es el espacio disciplinar desde el cual se plantea la praxis de la Educación Social. Resulta redundante, pues, recordar que la acción que se realiza sobre los individuos y que predomina en éstos, es su dimensión social. Es una de las dimensiones que les aporta identidad como individuos. Éste es un enfoque claramente sociológico de la intervención que se realiza con individuos, que se define mediante el concepto de acción social. 

La Educación Social propone acciones ajenas a lo subsidiario y asistencial  

Existe una dimensión implícita en la intervención de la Educación Social como consecuencia de su aportación a la acción social en el sentido más amplio del concepto educación: la dimensión educativa. Esta dimensión es la aportación a la calidad de vida y el bienestar social del individuo.  

La Educación Social adquiere un valor mayor en el marco de la acción social cuando nos referimos a las necesidades prospectivas, en la que cabe la potencialidad de su existencia; puede entonces intervenir en los factores y elementos que configuren las causas generadoras de la necesidad. Es una intervención preventiva, una intervención que se antepone a la «cronificación» de la dependencia en procesos de ayuda social y auxilio subsidiario. La acción asistencial es ayuda inmediata sobre los efectos. 

Educación Social como recurso integrado en la comunidad  

Los recursos cercanos al individuo pueden constituir una fuente importante y privilegiada para la educación. En este sentido, la ciudad, la comunidad, los grupos de pertenencia y de referencia pueden construir elementos de aprendizaje vitalicio con una incidencia cercana y persistente en el individuo. 

Definición de Educación Social  

Una vez analizadas las diferentes perspectivas de la Educación Social, así como su diversidad de acepciones, creemos conveniente acercarnos a su delimitación conceptual con el fin de ofrecer nuestra definición de Educación Social.  
 

Vinculación con otros conceptos  

Los objetivos de la Educación Social hacen referencia a la preparación del ser humano para vivir en sociedad; por ello, son muy ambiciosos, dado que deben lograr metas también muy complejas. Esta inserción del hombre en la sociedad guarda una relación muy estrecha con la Educación Moral y Cívica. Ahora bien, existen corrientes que reducen lo moral a la sociología y, por tanto, la Educación Moral a la Educación Social. 
 

El Educador y el Pedagogo Social  

El educador y el pedagogo son dos figuras que se complementan con el fin de proporcionar una respuesta más cualificada a los problemas sociales que, al ser tan complejos, requieren la aportación de diferentes profesionales para enfocarlos desde ópticas diversas y complementarias. 

Profesionalización y funciones del educador social  

El educador social realiza funciones polivalentes en diversos sectores de la sociedad. De hecho, ha desarrollado la actividad profesional antes que ésta se reconociera. La sociedad siempre se adelanta en sus demandas al reconocimiento social de una profesión determinada.  

Profesionalización del pedagogo social   

La Pedagogía Social, como dimensión científico-técnica y normativa, aporta a la Educación Social aspectos reflexivos, críticos e investigadores. El pedagogo social precisa de una formación universitaria más amplia con el fin de estar preparado para responder adecuadamente a las funciones que debe desempeñar. Profundizar en las funciones de la Pedagogía Social nos debe conducir a una mejor consideración del margen de incertidumbre que encierra el desarrollo de toda acción.  

Destacamos, entre otras: 

Formativo-profesional: en el sentido de que facilita a los que trabajan en este campo un análisis, interpretación e intervención en el mismo. 

Formativo-mental: se ha ido creando una mentalidad capaz de ir pasando de la descripción de carácter sociológico a la prescripción de la acción educativo-social, desde una óptica pedagógica. Esta función contribuye al fomento del sentido crítico, mediante el análisis de las relaciones entre la educación y la sociedad.  

Técnico-científica: la clarificación y avance en este campo permitirá a la Pedagogía Social contribuir a definir su aportación a la técnica científica de la educación. La Pedagogía Social se constituye en un soporte necesario para la construcción o legitimación discursiva de las técnicas educativas en la medida en que éstas sean concebidas como teorías factuales y culturales, y no como simples teorías formales derivadas de los presupuestos apriorísticos. 

 

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