sábado, 12 de junio de 2021

Las Democracias Liberales. Historia de las Instituciones Políticas.

 Introducción 


La idea de democracia implica el abandono del gobierno de la cuidad por parte de los sabios y la toma de la dirección por parte del pueblo. 

Fue en Grecia donde comenzó la experiencia democrática, mostrando ya su naturaleza frágil. 

La poli griega tenía un territorio bien definido, gozaba de autarquía económica y militar, y poseía reglas de conducta y de organización compartidas. En la época del esplendor, solamente aquellos griegos nacidos de padres ciudadanos tenían plenos derechos de ciudadanía, quedando excluidos los esclavos, los extranjeros y las mujeres. 

Aristóteles llevo a cabo el primer esfuerzo de clasificación de los regímenes políticos; cada uno de los tres tipos de régimen político: Monarquía, Aristocracia y democracia, podían degenerar en virtud de las propias imperfecciones inherentes al tipo de régimen. La democracia era el gobierno de la "Demos", y su forma corrompida la constituya en el reino caótico de los demagogos. 

La existencia de partidos políticos tal y como los conocemos hoy en día, y de una burocracia, abría la posibilidad real de participación directa a todos los ciudadanos sin discriminar a nadie por razones de tipo económico, ya que los cargos eran remunerados. 

Por tanto, se suponía que todo el mundo bajo la democracia era igual, tenía los mismos derechos y los mismos deberes. 

Día tras día nos encontramos como sociedad y como individuos frente a nuevos y viejos desafíos ocasionados por las nuevas y viejas tecnologías que comparten nuestra realidad cotidiana y moldean, en mayor o menor medida, para mejor o para peor, nuestras formas de vida. Frente a este paradojal hecho, de aparición tardía, pero con una actividad intelectual intensa, se despliegan en el panorama académico actual diversos marcos teóricos que estudian las dinámicas involucradas en los procesos tecnológicos e indagan sobre la propia esencia de la actividad y la artificialidad que ésta construye. 

 

 Cuerpo del trabajo 

El contexto Social e Ideológico de las Democracias Liberales 

     La democracia liberal es una forma de gobierno que consiste en una democracia representativa en la que la capacidad de los representantes electos para la toma de decisiones políticas está sujeta al Estado de derecho y normalmente es moderada por una constitución que la regula en la protección de los derechos y las libertades individuales y colectivas, y establece esa constitución restricciones tanto a los dirigentes demócratas como a la ejecución de las voluntades de una determinada mayoría social dentro de esa democracia liberal. 

     Los derechos y las libertades garantizados por las constituciones de las democracias liberales son variados, pero normalmente incluyen gran parte de los siguientes derechos: a un debido proceso, a la intimidad, a la propiedad privada y a la igualdad ante la ley, así como las libertades de expresiónasociación y culto 

     Las democracias liberales se suelen caracterizar por la tolerancia y el pluralismo político; las ideas sociales y políticas diferenciadas, incluso las más extremas, pueden coexistir y competir por el poder político siempre sobre una base democrática. Las democracias liberales celebran periódicamente elecciones donde los distintos grupos políticos compiten para alcanzar el poder. En la práctica, estas elecciones las ganan los grupos que defienden la democracia liberal, de modo que el sistema se perpetua a sí mismo. 

Las Estructuras Socio Económicas de las Sociedades Liberales. 

     Teoría económica derivada del liberalismo político, surgida durante la Ilustración, en el siglo XVIII. Afirma que la economía da los mejores resultados para la sociedad en su conjunto cuando no hay intervención del estado. El padre del liberalismo económico, Adam Smith, sostenía que el mercado se regula a sí mismo, mediante una mano invisible que regula la economía y las fuerzas de la oferta y la demanda. El estado solamente interviene como defensor de esta libertad económica. 

     La doctrina económica liberal se había desarrollado a finales del siglo XVIII, el crecimiento de los mercados mundiales de bienes y de factores de producción hizo que las ideas del liberalismo ganasen apoyo entre los industriales, los comerciantes y los inversionistas, los gobiernos influidos por estos grupos fueron adoptando medidas económicas liberales, se permitió la libre circulación de productos, capital y trabajadores, permitiendo sus movimientos dentro y fuera de Europa. 

     Fue la burguesía, concentrada en las ciudades, la principal protagonista de ese proceso histórico. Sin embargo, el hecho que, a pesar de ello, siguiera excluida de cualquier responsabilidad del gobierno, provocó la aparición en su seno de un movimiento crítico contra la constitución feudal de la sociedad y del estado absoluto. 

    Se desarrolló principalmente porque los empresarios no querían la intervención del gobierno en las decisiones económicas que ellos realizaban. 

El Capitalismo Industrial 

     El capitalismo industrial es el sistema económico y social que nació en Inglaterra a partir de la invención de la industrialización y la máquina a vapor. Así, esta nueva etapa del capitalismo se formó en medio de importantes revoluciones políticas y tecnológicas. 

     El capitalismo industrial logró superar al capitalismo comercial o mercantilismo, ya que su impacto fue impulsado por cambios en la tecnología y la producción. Este sistema se caracteriza por la sustitución de métodos de producción como el artesanal, que eran costosos y poco productivos, por la fabricación mecanizada. 

Las Dos Formas de Capitalismo Industrial. 

     Se puede decir que el capitalismo está dividido, históricamente, en tres fases que son las siguientes: capitalismo comercial o mercantil (pre-capitalismo), capitalismo industrial o industrialismo y capitalismo financiero o monopolista. 

Capitalismo comercial 

     El precapitalismo o capitalismo comercial, llamado también como mercantilismo, se produjo durante los siglos XV y XVIII, época en la cual Europa pasaba por la transición del feudalismo hacia el capitalismo. En ese momento, la tierra dejó de ser la fuente más importante de riqueza y se convirtió en un bien que puede ser vendido como cualquier otro. 

     De esta manera, el propósito principal del capitalismo comercial se basaba en el cúmulo de capital a través del comercio, de la balanza comercial favorable y en la conquista de las colonias. 

Capitalismo industrial 

     El capitalismo industrial o industrialismo surgió con la Revolución Industrial en el siglo XVIII, a partir de la transformación del sistema de producción. 

  En ese momento se produjo un cambio en el modo de fabricar los productos manufacturados. Anteriormente, los productos se realizaban por medio de procesos artesanales y en pequeñas cantidades. Con la creación del motor a vapor y de las máquinas con mayor capacidad de fabricación, se pasó a la producción de gran escala. 

     De esta manera, el capitalismo industrial se enfocó en el desarrollo del sistema industrial de producción, el cual necesitaba de mayor mano de obra y, de esta manera, surgió la clase obrera. 

El Sector Publico. 

     Un sector es la parte de un todo. De acuerdo al contexto, puede tratarse de un grupo de personas, un conjunto de actividades o una zona de un territorio. Público, por su parte, es un término que puede emplearse como adjetivo para referirse a aquello que pertenece a toda la comunidad. 

     Se llama sector público al conjunto que forman las corporaciones, las instituciones y las oficinas del Estado. Debido a que el Estado es una forma de organización de la sociedad, se entiende que aquello que es estatal es público, en el sentido de que no pertenece a una persona o una empresa, sino que es propiedad de todos los habitantes. 

     A través de los organismos del sector público, el Estado ejecuta sus políticas, cumple con sus funciones y garantiza el cumplimiento de la ley. Las personas que trabajan en el sector público son elegidas por la población a través de elecciones o nombradas por los funcionarios que representan a la comunidad. 

     Esta característica en particular suele dar pie a una serie interminable de quejas por parte del pueblo, sustentadas en el hecho de que los funcionarios deberían representar con mayor precisión sus necesidades, dado que han sido escogidos por ellos mismos, y que cobran sus salarios gracias al cumplimiento de sus obligaciones como ciudadanos, entre las que se encuentran el pago de los impuestos y la transparencia a la hora de llevar un negocio. Como es de esperarse, si la gente percibe que sus funcionarios no están trabajando de manera responsable se enfada y exige el respeto pertinente. 

El Desarrollo Técnico. 

     La noción de modernidad entendida como un mejoramiento en las condiciones de vida de la humanidad, ha generado un sin fin de argumentos que establecen que el desarrollo tecnológico será la panacea de los principales problemas de la actualidad, proporcionando un mayor bienestar social.  

     Estas posturas extremas han producido debates acerca del desarrollo tecnológico, olvidando en ocasiones, que éste no contiene bondad o maldad, pues es tan sólo un instrumento que ha desarrollado el hombre a través del tiempo. La importancia del desarrollo tecnológico dependerá precisamente de la utilización de quienes controlan el poder político y económico tanto nacional como internacional. 

La Teorías de la Relación entre el desarrollo Técnico y la Democracia Liberal.  

     Los distintos orígenes republicanos, liberales y democráticos de la democracia liberal hacen de ésta un sistema con principios e instituciones básicas complejas difícilmente identificables mediante la descripción de un solo modelo. Cada modelo y justificación histórica de la democracia liberal ha atendido a ciertos fines y preocupaciones históricas específicas que ha dado como resultado la exaltación de distintos fines y prioridades en diferentes momentos históricos.  

     Ello ha generado un buen número de confusiones respecto de cómo debe entenderse el modelo de democracia liberal y, muy particularmente, la comprensión normativa sobre cómo se articula en él la voluntad popular, pues la articulación de la voluntad popular en la democracia liberal se realiza de una manera compleja mediante una serie de instituciones políticas, que incluyen no solamente la representación política, sino también una serie de mecanismos y límites al poder como la división de poderes, el Estado de Derecho, los derechos y libertades individuales y un asociacionismo pluralista. 

Los Limites de la Relación entre Desarrollo y Democracia. 

    La democracia no es como el agua de un manantial o como un fruto silvestre. La democracia es más bien como una acequia o, quizá mejor, como el cultivo de un huerto. La democracia no es una aceptación o una afirmación de lo establecido. Como muchas otras de las ideas normativas que inspiran la vida activa de un ser humano libre, la democracia, más bien que en afirmar algo establecido, consiste en decir que no a un ambiente social de desigualdad, que surge de un modo natural y espontáneo si no se le opone resistencia.  

     La democracia, concebida normalmente como una estructura o sistema de reglas, es más bien una ética y un estilo de vida. Pero hay una ética utópica y fundamentalista, notoriamente peligrosa, basada en la afirmación de ideas abstractas y a priori, desconectadas de lo cotidiano. La ética a que me refiero es aquella que, advirtiendo lo inaceptable de muchos aspectos de nuestra vida social, dice que no y trata de transformarlos y superarlos.  

     Esa ética no supone tanto la realización de lo bueno, que es la utopía, cuanto el esfuerzo por realizar nuestra vida, mejorando sucesivamente lo que existe. Hay también éticas ecologistas que creen que lo ético es aceptar el orden natural establecido. Pero en la naturaleza reina también la violencia, la asimetría y el poder del más fuerte. Lo naturalmente dado es valorado desde un punto de vista humano- algunas veces bueno y muchas veces malo.  

    Lo malo y defectuoso, o la amenaza de perder la calidad lograda, estimulan nuestra reflexión ética más que lo bueno que existe sin nuestra intervención. Los conservadurismos, tanto en lo social como en lo natural, adolecen de miopía ética. Ética es decir que no antes de decir que sí. 

     La democracia ha estado siempre constreñida por un límite. Pero lo que durante largo tiempo fue un límite o imposibilidad externos, es hoy día un límite autoimpuesto, interno a nosotros mismos, creado por nuestra propia ceguera mental y nuestra conducta.  

     Durante siglos fue la democracia una idea irrealizable, porque las condiciones externas y la evolución del saber no permitían la emancipación e igualación humana que esa democracia suponía. Sin esclavos no habría sido posible, en la sociedad antigua, una evolución del saber por obra de una minoría privilegiada. Sin proletarios encadenados a los instrumentos de producción no habría podido la sociedad industrial desarrollar su técnica y su riqueza haciéndola potencialmente accesible a todos.  

    Pero cuando esas limitaciones externas se han superado, las limitaciones o hábitos mentales creados por el propio esfuerzo de superarlas, nos incapacitan para la realización de un ideal hoy posible y largo tiempo anhelado.  

    El desarrollo de un saber técnico que transforma nuestras condiciones externas de vida, crea al mismo tiempo nuevos límites mentales y éticos que obnubilan el sentido de lo que hacemos y de nuestra propia vida. Después de tantos siglos de lucha contra los límites externos de la pobreza y la ignorancia, al desaparecer éstos, parece que hemos olvidado el porqué de nuestros esfuerzos. Somos incluso incapaces de pensar o de decir aquel ideal de vida que inspiraba nuestro afán. Nuestra pobreza de hoy consiste en la ignorancia de valores. 

 

Conclusión 


La consolidación y refuerzo de una democracia más liberal, supondría más liberalismo e implícitamente menos democracia. 

Sus consecuencias tienen en común la disminución de las expectativas populares frente a las elecciones en materia pública, y la creciente dificultad para concertar mayorías. 

Entre las principales características de la liberalización, se encuentran la privatización de empresas públicas, la flexibilización de las regulaciones estatales, la liberación de los flujos financieros, la transformación de las demandas políticas, etc. 


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