viernes, 11 de junio de 2021

Historia de las Ideas Políticas 


Opinión Personal sobre Historia de las Ideas Políticas 

Considero que, las concepciones políticas de la sociedad soviética son las de los constructores activos del nuevo régimen social y político. El marxismo-leninismo constituye actualmente la base teórica de una inmensa labor creadora, que encamina a los trabajadores de los países de democracia popular, bajo la dirección de los partidos comunistas y obreros, por la ruta de la construcción del socialismo. El marxismo-leninismo constituye un arma en manos de los trabajadores, de los partidos comunistas y obreros, que realizan su actividad en los estados burgueses y que luchan contra el imperialismo, el enemigo principal del movimiento de liberación.  

Por otra parte, las concepciones políticas y jurídicas de clase, del proletariado y de las masas trabajadoras dirigidas por éste, llegaron a ser las dominantes en toda la sociedad soviética merced al derrocamiento del poder de los terratenientes y capitalistas y la organización de la dictadura del proletariado. En consonancia con dichas concepciones, se forman, actúan y realizan sus objetivos y funciones todas las instituciones políticas y jurídicas de la sociedad soviética.  

Entiendo, según el autor que, la fijación de los períodos de la Historia de las ideas políticas se efectúa de conformidad con la historia del desarrollo de las relaciones económico-sociales, es decir, la historia de la sustitución de un tipo de relaciones de producción por otro, la historia del desarrollo de las etapas fundamentales de la lucha de clases. Ello determina la estructura del curso de Historia de las ideas políticas y de sus manuales.  

Pude darme cuenta que, las tierras del Estado y de los templos pasaron a ser prácticamente propiedad individual, aunque nominalmente eran como también en parte los esclavos de propiedad común de los esclavistas. La tarea de organización de los trabajos de irrigación, en los que participaban inmensas masas de esclavos, estaba condicionada necesariamente a la centralización política y a la creación de monarquías organizadas, relativamente grandes, con formas burocráticas.  

Me enteré que, en el pasado el estado esclavista adopta la forma de una Despotia oriental, o sea una monarquía, en la que todo el poder del Estado se concentra en manos de una sola persona, el déspota, que se apoya en el aparato burocrático del Estado. En su intento de fundamentar la plenitud de poderes ilimitados del déspota, la clase gobernante de los esclavistas proclama el origen divino de este poder.  

Los ideólogos de la clase gobernante justifican y defienden la necesidad de la desigualdad social, infunden a las masas el sometimiento y la obediencia e incitan al poder supremo a aplicar un severo terror. En cambio, en la ideología de los oprimidos se refleja la conciencia de la injusticia del régimen existente, y surge la duda en torno a la “justicia de la opresión” en medio de la cual viven.  

Leí que, en el antiguo Egipto, desde el momento mismo en que se formaron allí las clases y a lo largo de los milenios subsiguientes, representaba una sociedad esclavista. No obstante, siguieron existiendo considerables supervivencias del régimen del comunismo primitivo y durante largo tiempo se conservó la comuna aldeana. A la vez que la explotación de los esclavos, se efectuó también la de los agricultores y artesanos libres, a quienes se les imponían obligaciones, en beneficio, no solamente del Estado, sino también de los representantes de la nobleza terrateniente y burocrática.  

Algo muy importante y que no sabía era que, el estado esclavista del antiguo Egipto estaba organizado a la manera de una Despotia oriental regida por el faraón endiosado. La circunstancia de ser el antiguo Egipto donde precisamente aparece esta forma de gobierno del Estado esclavista, se explica por el hecho de que la utilización de las aguas del Nilo. 

El bajo desarrollo de la técnica, que coloca al hombre en situación de dependencia con respecto a las fuerzas de la naturaleza, y la situación estacionaria del desarrollo social crean condiciones favorables para la consolidación de las ideas religiosas en la conciencia de los hombres. También la ideología política de la clase esclavista gobernante de Egipto está impregnada totalmente de ideas religiosas.  

Pude aprender que, en el pasado de EGIPTO la clase gobernante sostenía y divulgaba por todos los medios la idea de que el faraón es un dios terrenal, continuación directa de los dioses celestiales. La descentralización política provocó la decadencia del sistema de regadío, el cual necesitaba ser constantemente ampliado y perfeccionado mediante una red de canales para irrigar y explotar los campos “altos”, es decir, las tierras que no se beneficiaban por el desbordamiento anual del río y eran propiedad privada de los esclavistas pudientes. En relación con ello surge de nuevo la necesidad de la unificación. 

El autor considera que no se debe tener confianza en los pobres, puesto que quieren apoderarse de la propiedad ajena; 

·        La desposeída codicia lo ajeno.  

·        No hay que creer al pobre.  

·        No hay que incorporarlos al ejército:  

·        El pobre es un elemento perturbador en el ejército. 

·        Por el contrario, el rico merece toda la confianza:  

·        El rico no es injusto en su casa, ya que es dueño de las cosas y no tiene necesidades. 

El autor aconseja al rey apoyarse en la nobleza, prestar toda clase de protección a sus dignatarios: “Respeta a tus altos dignatarios, salva-guarda el bienestar de tu gente. Ensalza a tus dignatarios para que procedan de conformidad con sus leyes. 

Los sucesos vinculados con esa sublevación están relatados en Papiro de Leyden conocido con el nombre de La sabiduría: El autor, representante la nobleza, narra con nítida forma literaria el levantamiento ocurrido: “Los nobles están amargados; en cambio, el populacho está alegre. Cada ciudad dice: Pues vamos a golpear a los fuertes de entre nosotros. La tierra se ha dado vuelta como el torno de un alfarero. El bandido dueño de las riquezas. El rico en saqueador.. 

Los desposeídos libres y los esclavos se apoderaron de los bienes de los ricos y se convirtieron en dueños de los que antes pertenecían a sus opresores. Sin embargo, no hay ningún motivo para creer que, a consecuencia del levanta-miento, se haya realizado la colectivización de los bienes, o que se trazara plan alguno de transformación básica de las relaciones sociales esclavistas.  

La esclavitud siguió conservándose también después del levantamiento: “Aquel que no tenía esclavos temporarios, se convirtió en propietario de esclavos hereditarios.” No obstante, la sublevación asestó un golpe a las ideas tradicionales de los hombres libres sobre la diferencia de los nobles y los no nobles: “No se distingue el hijo de un marido de aquel que no tiene padre. explica lo sucedido como obra de la voluntad de los dioses y de la pasividad o torpe proceder del rey. Para él, la voluntad del rey es el origen de todos los sucesos que ocurren en el Estado.  

Sobre el Código Hammurabi 

La ideología política de Babilonia, al igual que la de Egipto, está impregnada íntegramente de ideas religiosas. Los dioses determinan el destino de los hombres y de los pueblos. Conceden todos los bienes y castigan con todas las calamidades, rechazan a los enemigos y otorgan las victorias. A su vez, todos los conceptos de la clase dominante acerca del poder de Estado parten de ideas religiosas. Las partes Introducción y Conclusión de las leyes del rey babilonio Hammurabi contienen un ensalzamiento y una justificación del poder ilimitado' del déspota oriental. En estas leyes, ante todo, se afirma el origen divino del poder del rey: “Los dioses designaron a Hammurabi para gobernar a las cabezas negras”.  

Hammurabi hace aparecer sus leyes, que sirven a los intereses de los esclavistas y que tienden a consolidar el Estado esclavista, como promulgadas en interés de los débiles, para la defensa de “los huérfanos y las viudas”. “Para que el fuerte no ofenda al débil, para que al huérfano y a la viuda se les haga justicia.. Para la implantación del derecho en el país, para hacer justicia al vejado, he esbozado en Babilonia éstas mis palabras preciosas que sobre mi monumento he colocado. 

Hammurabi lanza terribles maldiciones sobre la cabeza del que desobedezca éstas sus indicaciones. Lo amenaza con la devastación del país y con reducir a escombros las ciudades; con el hundimiento del pueblo, con perturbaciones y sublevaciones; le presagia la pérdida del trono, sufrimientos físicos, enfermedades incurables, la muerte prematura. Así, en estas leyes se refleja la aspiración de perpetuar el régimen esclavista y el Estado despótico.  

La Conversación entre el Señor y el Esclavo, diálogo filosófico impregnado de un profundo pesimismo y que data de fines del cuarto milenio A.C. arroja una clara luz sobre el estado de ánimo de los esclavos y esclavistas del país de los Sumerios.  

En este diálogo se refleja la saciedad del esclavista de las alegrías terrenales y su decepción respecto de ellas, su falta de fe en la solidez de las mismas, y al mismo tiempo, tras la irónica docilidad del esclavo, se percibe el sordo descontento de éste por el orden existente y su duda en la estabilidad de dicho régimen. El señor va expresando, uno tras otro, los deseos más diversos y contradictorios.  

El esclavo los admite invariablemente y expresa su disposición a servir al señor respondiendo a todo con la dócil frase: “Sí, Señor mío, sí.” El señor renuncia, sucesivamente, a cualquier propósito de participar en festines, de emprender partidas de caza, de buscar el consuelo en el amor. No cree que deba esperar favores de la corte del rey. Duda de que pueda confiar en la gratitud de los hombres por los servicios que él les haya prestado, y de que pueda contar con los honores póstumos por el bien que les haya hecho.  

En este diálogo el rey es presentado como un severo gobernante con cuya benevolencia es inútil contar. El autor considera imposible o indeseable cualquier modificación en el régimen estatal, y trata de sugerir la inutilidad de las sublevaciones contra el rey. Es curioso que incluso las palabras del Diálogo dedicadas a las creencias religiosas tengan un tono escéptico. El autor se manifiesta dudoso con respecto a la conveniencia de ofrecer sacrificios.  

La India es un país de una cultura antigua. Ya en el tercer milenio A.C. sus habitantes se dedicaban al cultivo de la tierra, empleaban herramientas de trabajo y otros objetos hechos de cobre y de bronce, y moraban en ciudades rodeadas de gruesos muros.  

El Código de Manú trata de elevar a una altura inaccesible al brahmán, denominándolo “divinidad”. El brahmán es llamado en el Código “Señor de toda la creación”, “el primero entre los hombres”. “Sabed reza el Código de Manú que un brahmán de diez años y un chatria de cien son entre sí como un padre e hijo: pero de estos dos, el primero es el padre. ”El imán es el señor de todas las castas, una personalidad sagrada e intocable.  

El brahmán es omnipotente. Este y el chatria pueden aniquilar a quien se le ocurra tratarlos irrespetuosamente. Al brahmán no se le aplican los severos castigos previstos por el Código de Manú; sólo se le puede castigar con una multa o el destierro.  

La propiedad del brahmán es inviolable; ni siquiera el Estado tiene derecho a quitarle sus bienes. El sudra está presentado como el contraste de todas las demás castas, como el nacido una vez frente al “dos veces nacido”. El sudra es un esclavo. Incluso el manumitido por su dueño no puede emanciparse de la esclavitud, ya que ésta es considerada como algo nato; el sudra no puede tener propiedad.  

En premio por la obediencia y la docilidad, el Código de Manú le promete pasar a la clase superior en la vida futura. El Código de Manú contiene una apología del poder ilimitado del rey.  

Finalmente, al enumerar las “partes integrantes” del Estado, menciona al rey en el primer lugar, como el más importante entre ellos. El rey ha sido colocado en el trono de Indra; es la personificación del amo del mundo. Está formado por el brillo de todos los dioses. Creado por las partículas de éstos, es el “Gran Indra”. “Por el brillo supera a todos los seres creados.” El Código de Manú atemoriza a todos los que se atrevan en contra del rey. “El fuego quema solamente a la persona que sin cautela se acerca a él, el fuego (la ira) del rey aniquila (toda) la familia con su ganado y sus bienes acumulados. 


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