Las ciudades como núcleo de la región.
En los inicios del siglo XX, la Revolución Industrial, que se había consolidado completamente en Europa y en Estados Unidos de América, requirió mayores cantidades de materias primas para las industrias que se habían establecido, por lo que a poco se configuraron y asentaron los nuevos espacios industriales y comerciales en el mundo.
La ciudad, como centro de integración de las actividades, es el lugar donde ocurre la mayor variedad de procesos sociales y desarrollo tecnológico y científico, de ahí que su crecimiento y expansión estén en relación directa y complementaria con los medios de transporte, y los caminos que unen unos espacios con otros.
La caracterización de las
regiones en dos paradigmas clásicos.
En la actualidad, el concepto de la región adquiere nuevas dimensiones, pues los procesos y las escalas de producción son micro-regionales.
Región homogénea.
La región homogénea es una unidad territorial que se define con un factor único de diferenciación que puede ser físico, climatológico o político. La dispersión o diferenciación interior de sus elementos es menor que la que se da entre las regiones que la circundan.
Región polarizada.
El concepto de región polarizada aparece en la década de 1950, también se conoce como región nodal. Se hace referencia a ella a partir de la interdependencia funcional y la densidad de los flujos entre los elementos que la conforman. La característica principal de esta región es que hay un “núcleo central” o “nodo” articulado con las áreas satélites que la rodean. Su sistema se organiza en torno a un polo central con el cual todos sus elementos se relacionan más intensamente que otros ubicados fuera del ámbito nodal.
Región Económica.
El concepto de región económica proviene de la escuela clásica alemana, cuyos primeros trabajos fueron obra de Walter Christaller y August Losch, quienes formularon la teoría del lugar central para tratar de descubrir las leyes y los mecanismos que regían el orden territorial de los fenómenos económicos.
La región económica en
el pensamiento marxista.
Es ante todo un conjunto de producción, en el que se enlazan los factores naturales y económicos para integrar un área de importancia significativa dentro de la economía nacional, que posea suficientes recursos para su propio desarrollo presente y futuro, pero sobre todo para integrar una industria poderosa y una agricultura que satisfaga las necesidades locales.
Los nuevos modelos
regionales.
Los nuevos modelos regionales surgen de la revolución tecnológica que cambió lo análisis tradicionales del territorio, pues la tecnología de las redes de comunicación ha modificado la variable distancia. Además, en la actualidad hay una gran diferencia en los requerimientos de las industrias en el plano mundial, por lo que la tecnología influye en la organización del trabajo y en todo lo que se refiere a la producción, la distribución y el consumo.
El modo de
producción neotayloriano y la región subsidiaria.
Este modo de producción consiste en la desintegración de los procesos del trabajo, pues distribuye territorialmente los niveles de calificación y aprovecha las ventajas comparativas de los espacios de integración.
El modelo de producción
californiano.
Este modo de producción impulsa un sistema productivo local, es decir “parques tecnológicos” alrededor de centros de innovación dominantes.
Su materia prima esencial es la información tecnológica, la alta especialidad del trabajo consiste en la producción de personal técnico y científico. Los parques tecnológicos, deben estar cercanos o junto a una universidad para que pueda darse personal a los parques industriales.
El modo de producción
saturniano y la región sistema.
Este modo de producción busca
la calificación y la cooperación en las relaciones profesionales en la
unidad de producción y propicia la firma de acuerdos entre empresas. Su
modelo territorial correspondiente sería el de “área sistema” con una fuerte integración interna.
Escalas de
funcionalización.
Las escalas de producción se integran, interactúan y se relacionan en diferentes niveles.
Escala
internacional.
También denominadas
macroeconómicas, las escalas internacionales son producto de un mercado mundial impulsado por los acuerdos para eliminar
las barreras arancelarias y aduanales entre los países miembros de los
grandes bloques neo-económicos y políticos, entre los cuales destaca
principalmente el
bloque europeo, que es el más sólido y está regido por Alemania. En el ámbito mundial este bloque económico es el mercado más grande, pues sus importancias representan 39.7%, muy por arriba de Estados Unidos.
Escalas nacionales
La escala nacional ha perdido poco a poco su relevancia desde que la diferenciación entre los espacios naciones no constituye un elemento principal en el desarrollo de la moderna sociedad industrial. Esta situación exige que los Estados limiten sus políticas nacionales y se dediquen a impulsar el surgimiento de condiciones diferenciales y competitivas en las diversas regiones que los conforman, por medio de una inversión dinámica en la infraestructura para ampliar la planta productiva.
Escala regional.
Los estudios de los procesos económicos ubican la región en el centro de los procesos de creación de insumos industriales. Ya se mencionaron la región subsidiaria, la región competencia y la región sistema, que toman las características que les imprime la diferenciación de las inversiones nacionales y extranjeras.
Escala.
El concepto de escalas locales
se asocia casi directamente con las grandes urbes y espacios industriales, pero
aun así, se dice que la importancia de las ciudades radica en que producen un
espacio reticular, formado por núcleos centrales con intensa comunicación entre
sí, y poco a poco, se ha generalizado el uso del término “ciudades flexibles”,
a las cuales se atribuye la capacidad de acoger alguna parte sustancial del
proceso de desarrollo económico del mundo y, al mismo tiempo, de integrarse con
el resto de las ciudades flexibles en una red internacional, por ejemplo, hay
ciudades que cumplen una función articulada como centro financiero.
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